Las rodillas son esenciales en nuestra movilidad diaria, pero pocas veces les prestamos atención, hasta que el dolor nos detiene.
La bursitis de rodilla es una de esas dolencias que puede aparecer sin previo aviso, afectando nuestras actividades más simples como caminar, agacharse o subir escaleras.
Si sientes un dolor punzante o una molestia que te impide moverte con libertad, es probable que la bursitis esté afectando tu rodilla.
¿Cómo puedes aliviar ese dolor y recuperar tu estilo de vida? En este artículo te lo explicamos…
¿Cómo afecta la bursitis a las rodillas?
La bursitis es la inflamación de las bursas, pequeñas bolsas llenas de líquido que actúan como amortiguadores entre los huesos, tendones y músculos.
En el caso de la rodilla, estas bolsas se encuentran alrededor de la articulación para reducir la fricción y permitir movimientos suaves. Cuando estas se inflaman, dejan de cumplir su función y aparecen el dolor, la hinchazón y rigidez.
Tipos de bursas
En la rodilla podemos identificar 5 tipos de bursas:
- Prerrotuliana: Que se encuentra en la cara anterior a la rótula y es muy propensa a la inflamación.
- Infrarrotuliana superficial: Se localiza por delante del tendón rotuliano.
- Infrarrotuliana profunda: Se puede encontrar entre el tendón rotuliano y la grasa corporal infrapatelar.
- Pata de ganso: Está en la superficie interna de la rodilla y aparece con frecuencia en deportistas que practican actividades de alto impacto.
- Semimembranosa: Se ubica por encima de la pata de ganso, en el lado medial de la rodilla.
Causas de la bursitis de rodilla
Los motivos de esta condición pueden ser variados, sin embargo, entre las razones más comunes pueden estar:
- Golpes directos.
- Sobrecarga en la articulación.
- Presión constante.
- Actividades de alto impacto.
- Artritis o artrosis.
- Déficit biomecánico.
Síntomas principales
Reconocer los síntomas de la bursitis de rodilla es clave para buscar tratamiento temprano y evitar complicaciones. Entre los más comunes se encuentran:
- Dolor muy intenso: Generalmente, se siente en la parte frontal, interior o trasera de la rodilla, dependiendo de la bursa afectada.
- Hinchazón: La zona afectada puede verse inflamada y más grande de lo normal.
- Sensibilidad al tacto: Al presionar la rodilla, se puede experimentar un dolor punzante muy fuerte.
- Rigidez: Mover la rodilla puede ser difícil, especialmente después de estar sentado por mucho tiempo.
- Cojera o limitación de la movilidad: Puede presentarse impotencia funcional.
- Calor: En algunos casos, la piel alrededor de la rodilla puede sentirse caliente, lo que puede indicar inflamación o infección.
Tratamientos efectivos para la bursitis de rodilla
El tratamiento puede variar según la gravedad del caso y las causas subyacentes. A continuación, te presentamos algunos de los enfoques más efectivos para aliviar el dolor y recuperar la movilidad:
- Reposo: Evitar actividades que causen dolor o sobrecarguen la rodilla es el primer paso para reducir la inflamación. Descansar permite que las bursas se recuperen de manera natural.
- Hielo: Aplicar hielo en la zona inflamada durante 15-20 minutos varias veces al día puede reducir la inflamación y el dolor.
- Compresión y elevación: Usar una venda o rodillera de compresión ayuda a reducir la inflamación, mientras que elevar la pierna afectada facilita la circulación y disminuye la hinchazón.
- Medicamentos antiinflamatorios: Los medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación. Sin embargo, deben usarse bajo supervisión médica.
- Fisioterapia: Un programa de ejercicios específicos diseñados por un especialista puede fortalecer los músculos alrededor de la rodilla y mejorar la movilidad. Estos suelen incluir estiramientos suaves y técnicas para mejorar la postura y la flexibilidad.
- Inyecciones de esteroides: En casos más graves, el ortopedista puede recomendar inyecciones de corticosteroides directamente en la zona afectada para reducir la inflamación de manera rápida y efectiva.
- Drenaje de la bursa: Si hay acumulación significativa de líquido en la bursa, se puede drenar para aliviar la presión y mejorar los síntomas.
- Cirugía: En casos raros, cuando otros tratamientos no funcionan, puede ser necesario extirpar la bursa inflamada mediante una cirugía mínimamente invasiva.
Consigue alivio al dolor
Con claridad en el diagnóstico y el tratamiento adecuado, es posible aliviar el dolor y recuperar la movilidad. Así que, no esperes a que el dolor empeore. Si reconoces alguno de los síntomas mencionados, toma acción para evitar complicaciones.
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¡Recupera la movilidad y despídete del dolor de rodilla!
