Según la sociedad americana contra el cáncer, este año se esperan aproximadamente 3,500 nuevos casos de cáncer en los huesos y unas 1,660 muertes por esta causa. Ciertas poblaciones son más propensas a padecerlo, como niños, adolescentes o adultos mayores.
Cabe señalar la distinción entre cáncer metastásico, que es cuando un cáncer avanzando en alguna otra parte del cuerpo se propagó a los huesos, y el cáncer óseo primario, que es cuando las células que conforman los huesos comienzan a crecer desmedidamente. Es el cáncer óseo primario el que genera tumores malignos que se conocen como sarcomas.
Cáncer en los huesos más frecuentes
En primer lugar, esta es el osteosarcoma. Este es el más común y se origina en las células óseas que generan el hueso (osteoblastos). Jóvenes entre los 10 y 19 años de edad son más propensos a padecerlo, así también los adultos mayores con padecimientos previos como la enfermedad de Paget. Aparece con frecuencias en la rodilla y es, de los tumores malignos, el que puede hacer metástasis.
En segundo lugar, se encuentra condrosarcoma. Este se produce principalmente en adultos mayores de 40 años y muy rara la vez en jóvenes. Este sarcoma se desarrolla en las células productoras de cartílago. También se localiza generalmente en la pelvis, fémur proximal y humero proximal.
En tercer lugar, están los sarcomas de la familia de Ewing. Estos son los tumores malignos que afectan particularmente a niños. Se origina en los huesos o en los tejidos blandos próximos a estos. Afecta a los huesos largos de las extremidades (piernas y brazos).
Diagnóstico y tratamiento
A la hora de formular un pronóstico, factores como la localización del tumor, la edad y el sexo del paciente y la existencia o no de metástasis se toman en consideración. Herramientas como la radiografía, la biopsia y la resonancia magnética son las habituales para la detección de este tipo de cánceres que por lo general provocan síntomas como dolor e inflamación.
La radioterapia y quimioterapia forman parte de las formas de tratamiento que, en algunos casos, incluyen cirugía. Se suman a estos la rehabilitación y terapia física necesarios en ocasiones para recuperar la movilidad.
Lo más importante es recordar que el médico ortopeda es quien trata las enfermedades que afectan al sistema motor. Si usted detecta algún malestar relacionado con los huesos, tendones o ligamentos. Coordine una cita para dar respuesta a todas tus inquietudes.