El dolor de rodilla al flexionar puede ser un reflejo de un problema estructural o inflamatorio en la articulación, y sus causas pueden variar desde lesiones específicas hasta condiciones crónicas.
La buena noticia es que muchas de estas tienen soluciones efectivas, como las terapias, ejercicios y/o cambios en el estilo de vida.
Acompáñanos a explorar las razones más comunes que originan esta molestia y los consejos más acertados para aliviarla.
Anatomía de la rodilla: Áreas afectadas por el dolor al flexionar
La rodilla es una de las articulaciones más complejas y fundamentales del cuerpo humano, ya que conecta el fémur (hueso del muslo) con la tibia (hueso de la pierna) y permite movimientos esenciales como caminar, correr y flexionarse.
Está compuesta por varias estructuras clave:
- Cartílago articular: Cubre los extremos de los huesos y facilita el movimiento suave entre ellos.
- Meniscos: Dos discos de tejido fibrocartilaginoso (interno y externo) que actúan como amortiguadores y distribuyen el peso en la articulación.
- Ligamentos: Proveen estabilidad; los principales son el cruzado anterior, cruzado posterior, colateral medial y colateral lateral.
- Tendones: Conectan los músculos a los huesos, como el tendón rotuliano.
- Bursa: Pequeñas bolsas llenas de líquido que reducen la fricción entre los tejidos.
Cuando se presenta dolor al flexionar, las áreas comúnmente afectadas son el cartílago (desgaste o lesión), el menisco interno o externo (desgarros), los ligamentos (distensiones) y los tendones (inflamación o tendinitis).
Además, las bursas pueden inflamarse, causando bursitis, lo que genera dolor y rigidez durante el movimiento.
Causas frecuentes del dolor de rodilla al flexionar
- Lesiones en los ligamentos o meniscos
Los ligamentos y los meniscos son estructuras clave en la estabilidad y funcionalidad de la rodilla. Una torcedura, un mal movimiento o un golpe fuerte pueden provocar su inflamación o desgarro, causando dolor al flexionar la articulación.
Estas lesiones son comunes en deportistas o personas que realizan actividades físicas de alto impacto.
- Condromalacia rotuliana
Este trastorno, también conocido como «rodilla del corredor«, ocurre cuando el cartílago detrás de la rótula se desgasta, generando fricción al doblar la rodilla. Es frecuente en jóvenes activos o personas con desequilibrios musculares. - Artritis
La osteoartritis o artritis reumatoide son condiciones crónicas que pueden causar inflamación, rigidez y dolor al flexionar las rodillas.
Estas afecciones son más habituales en adultos mayores, pero también pueden presentarse en personas jóvenes con antecedentes familiares.
- Tendinitis rotuliana
También llamada «rodilla del saltador«, ocurre cuando el tendón rotuliano se inflama debido al uso excesivo o movimientos repetitivos. Es frecuente en actividades deportivas como el baloncesto o el voleibol. - Bursitis de rodilla
La bursitis se produce por la inflamación de las bursas, pequeñas bolsas llenas de líquido que amortiguan la articulación. Puede surgir por movimientos repetitivos o presión constante sobre la rodilla, como arrodillarse por largos períodos. - Desequilibrio muscular o postural
Una postura incorrecta o músculos debilitados pueden generar tensión adicional en la rodilla, lo que puede derivar en dolor al flexionarla.
¿Cómo aliviar estas molestias?
- Reposo e inmovilización parcial
Si el dolor es agudo, evitar movimientos repetitivos y mantener la pierna en reposo puede prevenir un daño mayor. Utilizar férulas o vendajes elásticos también ayuda a estabilizar la articulación. - Terapia de frío y calor
Aplicar compresas frías en las primeras 48 horas ayuda a reducir la inflamación. Posteriormente, alternar con calor puede mejorar la circulación y relajar los músculos. - Analgésicos y antiinflamatorios
Pueden aliviar temporalmente el dolor. Es importante usarlos bajo supervisión médica para evitar complicaciones. - Fisioterapia
Ejercicios específicos dirigidos por un fisioterapeuta pueden fortalecer los músculos que rodean la rodilla, mejorando su soporte y reduciendo el dolor.
Algunas rutinas comunes incluyen:
- Estiramientos de cuádriceps e isquiotibiales.
- Fortalecimiento de los músculos estabilizadores.
- Movimientos controlados para mejorar la flexibilidad.
- Cambios en el estilo de vida
- Mantener un peso saludable para reducir la presión sobre las rodillas.
- Usar calzado adecuado para mejorar la postura y minimizar el impacto.
- Evitar actividades de alto impacto si se presenta dolor persistente.
- Artroscopia de rodilla: Si con los métodos iniciales el dolor al flexionar la rodilla persiste, el especialista podría recomendarte una artroscopia de rodilla. Esto también depende de si existe desgaste en la articulación.
Prevención del dolor de rodilla
En gran parte de los casos, el dolor al flexionar la rodilla surge debido a la falta de precaución en ciertos aspectos clave, como omitir el calentamiento antes de actividades físicas o deportivas, usar calzado inadecuado o realizar ejercicios en posturas que comprometen la articulación.
Por ello, te compartimos algunos consejos importantes que te ayudarán a evitar este tipo de molestias:
- Ejercicio regular
Mantener una rutina de ejercicios de bajo impacto, como caminar, nadar o practicar yoga, fortalece las articulaciones sin sobrecargarlas. - Cuidado en actividades físicas
Utilizar técnicas adecuadas en deportes o levantamiento de pesas reduce el riesgo de lesiones. No olvides incluir calentamientos y estiramientos antes y después del ejercicio. - Postura correcta
Prestar atención a la alineación corporal, tanto al sentarse como al caminar, puede evitar tensiones innecesarias en las rodillas. - Chequeos médicos regulares
Si tienes antecedentes de lesiones o condiciones crónicas, visitar a un especialista regularmente ayudará a detectar y tratar cualquier problema a tiempo.
¿Cuándo debes consultar con un especialista?
Si después de aplicar los cuidados iniciales el dolor no mejora en unos días, empeora o limita tus actividades diarias, es crucial buscar atención médica.
El Dr. Norberto Báez, especialista en rodillas y cadera, cuenta con la experiencia necesaria para evaluar tu caso y ofrecerte un tratamiento personalizado que te ayude a recuperar tu calidad de vida.
No ignores las señales…
El dolor de rodilla al flexionar no debe ignorarse, ya que puede ser indicativo de problemas que, tratados a tiempo, tienen solución.
Identificar la causa, seguir un plan de tratamiento y adoptar medidas preventivas son pasos esenciales para recuperar el bienestar.
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